Temari: Bendiciones de puntada a puntada

Temari: Bendiciones de puntada a puntada

Las bolas de temari (てまり), también conocidas como bolas de temari, están tejidas con hilos de seda de colores y se transforman en patrones de asas hermosos y preciosos. Son pequeñas y exquisitas, y están bordadas y tejidas en un solo cuerpo, lo que las hace muy encantadoras.

Historia del baile Temari

El temari (en japonés: てまり, 手まり), también conocido como temari, tiene su origen en el cuju de la dinastía Tang de China y se puede lanzar y tocar. Se extendió a Japón en el siglo VII d. C. y se convirtió en una verdadera forma de arte. Debido a su largo proceso de producción y a la intención del fabricante, se ha convertido en un regalo que trae buena suerte y simboliza la felicidad, y también es el lema estacional del "Año Nuevo".

Patrón tradicional de temari

En el arte tradicional japonés se ven con frecuencia diferentes patrones de "wagashi", que van desde figuras geométricas hasta formas de flores y pájaros, como el [Chidori], el [Niño del ciervo], la [Hoja de cáñamo] y la [Sakura], etc. Cada patrón tiene un hermoso significado diferente. Por ejemplo, el patrón de [Hojas de cáñamo] tiene el significado de alejar enfermedades y bendiciones, por lo que es común elegir patrones de hojas de cáñamo para hacer regalos.

El hermoso significado de la bola Temari

Desde el período Edo, algunos padres japoneses han tenido la costumbre de esconder un trozo de papel con las bendiciones de Año Nuevo en una bola de Temari y dársela a sus hijos el día de Año Nuevo. La gente cree que el largo proceso de elaboración de Temari incorpora los pensamientos del fabricante, por lo que tiene el significado de traer buena suerte y felicidad, y se ha convertido en una bola de la suerte con bendiciones de los familiares. Una de las actividades rutinarias del Año Nuevo en Japón es ofrecer Temari a los dioses en una representación en el santuario.

La evolución de las bolas Temari

Como cultura tradicional con una larga historia, el temari se utiliza cada vez más. La gente lo convierte en diversos accesorios, como colgantes, pendientes, papeles pintados y prendas de vestir.